El Concejo Deliberante analiza una normativa para prohibir los “cuidacoches” en la vía pública y otras actividades informales en esquinas, semáforos y zonas de alto tránsito.
Uno de los debates más acalorados en gran parte de las ciudades argentinas finalmente llegó a Villa Mercedes. El Concejo Deliberante analiza un proyecto para regular la presencia de los “trapitos” y de otras actividades que se realizan en las calles y que pueden afectar el tránsito y la libre circulación de los conductores y los transeúntes. El borrador tomó estado legislativo ayer y rápidamente encendió un debate en el recinto, aunque todavía falta para su tratamiento y votación.
Según el texto presentado, la propuesta apunta a prohibir “las actividades informales en la vía pública que impliquen una contraprestación económica”, tales como el estacionamiento y cuidado de vehículos, el lavado de autos o parabrisas y los artistas callejeros (como por ejemplo los malabaristas) que se paran en las “intersecciones viales o zonas de alto tránsito”. El argumento principal es que su expansión “ha generado diversas problemáticas, incluyendo coerción económica, riesgos para la seguridad vial y afectaciones para el orden público”.
Además, establecería una serie de sanciones para quienes infrinjan la normativa, que podrían ser puestos a disposición de la justicia contravencional y recibir una multa que podría ir desde las 200 hasta las 500 unidades.
La iniciativa lleva la firma once de los trece ediles que conforman el cuerpo y que están aunados en los bloques Movimiento de Unidad Provincial, Cambia San Luis y Unidos por San Luis. Fue una de ellas, Karina Maranguello, quien explicó los lineamientos de los artículos redactados y la necesidad de darle un ordenamiento a algo que se hace cada vez más frecuente en diferentes esquinas y semáforos de la localidad.
“Este proyecto se dio debido a que vecinos y vecinas han venido a vernos para buscar una solución a esta problemática que está teniendo la ciudad en cada vez más lugares, como alrededor del cine y del Molino Fénix, en boliches o en cualquier zona donde se realice un evento público o privado. Tenemos denuncias hechas en el 147 de personas que se han sentido amenazadas por no tener el dinero que cobra esta actividad ilegal”, contó en la sesión ordinaria que se realizó durante la mañana del martes.
Ante la oposición de los dos concejales que representan al albertismo, Roberto Mones Ruiz y Virginia Lucero (hermana de Anabela Lucero), los autores aclararon que el proyecto no representa ningún tipo de limitación para el trabajo de los artistas, ya que existen infinidad de políticas que fomentan la cultura a nivel local en diferentes espacios y que, incluso, seguirían permitidos en las plazas y en la peatonal.
Además, Maranguello sostuvo que las actuales gestiones municipales y provinciales cuentan con diferentes dispositivos para apoyar a quienes desean realizar un emprendimiento como forma de sustento económico. “El único objetivo es hacer más fácil la convivencia entre los vecinos”, planteó.
“El problema existe, las quejas, los reclamos y los antecedentes existen. Hace poco en Merlo, tercera ciudad en tamaño de la provincia, se propuso y se aprobó una ordenanza similar. Pero hay que entender que este proyecto va a pasar a comisión, ahí se puede debatir, convocar a plenarios y convocar a las partes, no estamos cerrados. Es importante poner este inconveniente sobre la mesa”, agregó el concejal Luciano Dave.